Presentación de la novela "El viatge talaiòtic de Gaudí" en el IME

ImatgeEl viatge talaiòtic de Gaudí es la primera novela del economista Gabriel Subirats (es Migjorn Gran, 1968), que se presentó ayer, 22 de abril, en el Institut Menorquí d’Estudis (IME). Subirats imagina como fue la visita del arquitecto Antoni Gaudí a la isla entre el 1 y el 7 de mayo de 1910, durante la cual recorrió algunos de los yacimientos más emblemáticos de la cultura talayótica acompañado por un grupo de interesantes personalidades de la época, vinculadas al Ateneu Científic, Literari i Artístic de Maó.

Este relato de carácter histórico, editado por el IME, está ambientado a principios del siglo XX, un momento apasionante para la arqueología en Menorca, en el que destacan personajes como Francisco Hernández Sanz, impulsor del Ateneu de Maó. Gracias a sus trabajos de investigación y sus dibujos, podemos conocer el estado de muchos yacimientos en aquella época, antes de las intervenciones posteriores.

¿Qué le llevó a escribir una novela sobre Gaudí? ¿Cómo descubrió su vista a Menorca?

Descubrí la visita por casualidad, y con cierta intención, poniendo en el buscador las palabras Gaudí y Menorca. Una muy breve referencia en la web de un estudioso de Gaudí, Josep M. Tarragona i Clarasó, despertó mi curiosidad. Tras documentarme sobre la época y sobre la vida y obra de Gaudí, y constatar, sobre todo, ciertas peculiaridades en la obra gaudiniana y algunos paralelismos históricos, decidí escribirlo en forma de relato imaginario.

Parece que de la visita de Gaudí a Menorca sólo hay constancia en dos noticias publicadas en prensa. ¿Cuáles son las informaciones reales que tenemos sobre su estancia?

Realmente es un hecho casi inédito, porque existe el apunte mencionado antes y poco más: en El Bien Público, en la relación de los viajeros del vapor Monte Toro que entran y salen del puerto de Mahón, aparecen los nombres de Gaudí y Rubió. Son dos las razones que explicarían dicho viaje como una "escapada": el delicado estado de salud de Gaudí, que le exigía reposo o esparcimiento suave; y su aversión a los medios de comunicación. Así que hoy en día, la noticia, por sí misma, es motivo de agradable sorpresa.

alt text"La gran cantidad de yacimientos sin excavar convertían el pasado prehistórico de la isla en un universo por descubrir, un mundo por explorar, lleno de interrogantes por abordar y de hipótesis por contrastar", tal y como dice usted en el libro. ¿A su juicio, cuáles son las aportaciones más apasionantes de aquella época? 

Creo que son aportaciones iniciales, pero esenciales para marcar el camino de puesta en valor de un patrimonio extraordinario en todos los sentidos. Tengamos en cuenta que la arqueología todavía no se había desarrollado como la conocemos ahora, aunque los trabajos de Armstrong, Ramis, Cartailhac o del mismo Hernández conformaban un primer y básico compendio teórico de nuestra cultura talayótica; las excavaciones y los trabajos de restauración más ambiciosos vendrían bastantes años después.

En su relato ficcionado, Gaudí visita los yacimientos de Talatí de Dalt, Torre d'en Galmés, Rafal Rubí y la naveta des Tudons. ¿Qué cree que le debió impactar más de las construcciones talayóticas? ¿Hay alguna certeza sobre cuáles fueron los lugares que visitó?

Seguramente, más que las supuestas funcionalidades de las diversas construcciones, la técnica de la piedra en seco. Además, si añadimos el sentido espiritual de algunos elementos (las taulas o los recintos de enterramiento), frente a los mitos y tabúes sociales de la época, la emoción y la curiosidad estaban servidas. En la prensa de la época sólo he encontrado esta referencia: "[...] esta tarde, Antoni Gaudí y Joan Rubió han salido a visitar talayots [...]". No soy historiador, pero ya me gustaría que alguien encontrara más información de su paso por aquí.

"Aquel sábado, 7 de mayo de 1910, Antoni Gaudí y Cornet ya sabía de sobras que aquel viaje resultaría revelador para su obra", sentencia la novela. ¿Hay constancia de la influencia de las construcciones ciclópeas en la obra posterior del arquitecto?

En 1914 Antoni Gaudí culmina el Park Güell con el llamado Cerro de las Tres Cruces, una especie de talayot ??que domina la parte alta de aquella ciudad jardín, hoy parque público. Pienso, y no soy el único, que la inspiración talayótica es evidente. Y otra prueba la tenemos en el mismo parque: un inmenso espacio bajo la plaza, construido con columnas y diseñado para la recogida de agua de lluvia, denominado, curiosamente, Sala Hipóstila. En otro sentido, pero esto ya son cosas mías, hay dos imágenes que, puestas una al lado de la otra y observando el acabado de la piedra, siempre me han llamado la atención: la naveta des Tudons y la casa Milà.

alt textEl Ateneu de Maó y sus miembros tienen un papel central en el relato, ya que ejercen como guías de Gaudí durante su estancia: "[...] aquel equipo formidable de gente, extraordinariamente motivada para conocer cómo vivieron sus antepasados ??y del todo implicada en conservar ese enorme legado histórico ". ¿Qué papel tuvo el Ateneu en el estudio de la cultura talayótica?

Su papel fue fundamental, sin su intervención, el legado que hoy mostramos orgullosos estaría en peores condiciones o habría sido más complicado reconstruirlo. Las contribuciones del grupo excursionista ateneísta, liderado por Francisco Hernández Sanz, son de carácter científico (museísticas, descriptivas y divulgativas, quiero decir), como también en una dirección claramente sensibilizadora, dado que se preocupaban de avisar a los propietarios para que conservaran los yacimientos limpios de vegetación, que ya es mucho. La entidad, que había nacido cinco años antes con el fin de extender el conocimiento científico, artístico y literario, se había hecho cargo de la Revista de Menorca. El mismo Hernández (catedrático de dibujo, historiador, archivero y conservador del Museo Municipal) dirigía la publicación, que se hacía eco de los hallazgos, investigaciones, estudios o visitas de estudiosos extranjeros. Me atrevo a proclamar que nos referimos a los inicios del espíritu talayótico, tal y como lo podemos concebir a estas alturas.

"¡Ahora lo veo claro! Es una isla de piedras ... donde la piedra es, al mismo tiempo, la isla ... ", afirma Gaudí en un momento ¿Cree que debía entender la odisea de la piedra que supuso levantar las construcciones talayóticas?

Más que por el sufrimiento, pienso que debió quedar maravillado imaginando cómo se las debían apañar para encontrar un método y unas técnicas que les hicieran el trabajo más fácil y más eficiente. Esto también lo tengo claro, aquella gente usaba mucho mejor la inteligencia que nosotros, que, ante la adversidad, parece que sólo sabemos aumentar nuestras diferencias.

 
Vol estar informat de les darreres novetats?
Subscriu-te al butlletí
Comparteix aquest contingut
     
Consell Insular de Menorca Govern Illes Balears Unesco Menorca Reserva de Biosfera
MENORCA TALAIÒTICA - Candidata Patrimoni Mundial
Departament de Cultura i Educació - Consell insular de Menorca
Pl. Biosfera, 5 - 07703 Maó
info@menorcatalayotica.info
INICI  |  CONTACTAR  |  AVÍS LEGAL  |  XHTML 1.0  |  CSS 3  |  RSS